Ambliopía

Juan Gros Otero

Ambliopía


Autor: Juan Gros Otero, Oftalmólogo, Clínica Rementería, Madrid

Fecha: Marzo 2021

La ambliopía (también conocida como “ojo vago”) se define como una disminución de la mejor agudeza visual que alcanza un ojo, una vez que son corregidos con gafa o lentilla los defectos de graduación existentes. La mayor parte de las veces, esta caída en la agudeza visual no se acompaña de otras enfermedades oculares. De hecho, la ambliopía no es una enfermedad ocular en sí misma, sino que es un trastorno del sistema nervioso central que cursa con disminución de la agudeza visual como consecuencia de un trastorno en el procesamiento de las imágenes que llegan hasta el cerebro (1).

Es una enfermedad que aparece en la infancia y que es reversible en la mayor parte de los casos, si se realiza el tratamiento adecuado y se diagnostica a tiempo. Si no se diagnostica y se trata en la infancia, se convierte en una condición irreversible en el adulto.

La ambliopía puede desarrollarse como consecuencia de diferentes alteraciones, por ejemplo (2):

- Ambliopía secundaria a estrabismo

- Ambliopía secundaria a defectos de graduación muy grandes en los dos ojos o por grandes diferencias de graduación entre los dos ojos

Además, puede desarrollarse ambliopía en pacientes que sufran de enfermedades oculares, como, por ejemplo: cataratas, ptosis palpebral, cicatrices corneales, etcétera.

Los niños que nacen de forma prematura, aquellos niños que sufren un retraso del desarrollo o que tienen antecedentes familiares de primer grado (hermanos o progenitores) con ambliopía, tienen un mayor riesgo de desarrollar ambliopía. Por lo tanto, en estos casos, es aún más importante realizar la pauta de screening visual recomendado: a los 6 meses, 3 años, 4 años y a partir de entonces de forma anual o bianual en función del riesgo de ambliopía de cada niño (3).

La ambliopía, si se diagnostica en la infancia, tiene tratamiento, y el pronóstico es mejor cuanto más precoz sea el diagnóstico.

Dependiendo de cada paciente, del trastorno o enfermedad que provoque la ambliopía y de la severidad de la ambliopía que tenga, el tratamiento será diferente, pero podemos enumerar las siguientes opciones de tratamiento (1):

- Corrección óptica de los defectos de graduación (mediante gafas o lentillas)

- Oclusiones con parche

- Tratamiento farmacológico con gotas de atropina diluida

- Filtros Bangerter

- Tratamiento quirúrgico de otras enfermedades asociadas: estrabismo, catarata, patología de los párpados, etcétera.

Estas opciones de tratamiento se utilizarán de forma aislada o combinadas entre sí a juicio del oftalmólogo y en función de las características de cada niño. Asimismo, se irán modificando a lo largo del tiempo en función de la evolución de cada caso en las visitas de seguimiento recomendadas.

Como conclusión, resaltar la importancia del diagnóstico y tratamiento de la ambliopía en la infancia, porque si se diagnostica en la edad adulta, ya no hay solución posible ni médica ni quirúrgica.


REFERENCIAS:

1. Amblyopia: Preferred Practice Pattern, American Academy of Ophthalmology 2017.

2. American Academy of Ophthalmology Basic and Clinical Science Course Subcommittee. Basic and Clinical Science Course. Pediatric Ophthalmology and Strabismus: Section 6, 2016-2017.

3. Vision Screening in Children Aged 6 Months to 5 Years US Preventive Services Task Force Recommendation Statement. JAMA 2017;318:836-844.

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council