Astigmatismo: qué es, tipos y tratamientos

Margarita Cabanas

Autor: Dra. Margarita Cabanás Jiménez


¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo es el defecto refractivo que se produce cuando los rayos de luz provenientes de un objeto no convergen en un único punto de la retina, dando lugar a una imagen borrosa y distorsionada.

El ojo con astigmatismo no es capaz de conseguir imágenes enfocadas ni por acomodación ni modificando la distancia a la que está situada el objeto, por lo que tanto la visión de lejos como a la visión de cerca se verán afectadas.

La frecuencia estimada del astigmatismo superior a 0.5D oscila entre uno y dos tercios de la población general y puede encontrarse asociado a otros defectos refractivos como la miopía y la hipermetropía.

¿Por qué se produce?

El astigmatismo puede estar determinado genéticamente o bien puede ser secundario a una patología, a un traumatismo o a una cirugía ocular.

Su origen puede encontrarse en la córnea, en el cristalino o en la retina, aunque lo más frecuente es que el astigmatismo esté ocasionado por la córnea.

¿Qué síntomas produce el astigmatismo?

Los síntomas variarán en función de la magnitud del astigmatismo, aunque también intervienen otros factores como la edad, o si el astigmatismo está o no asociado a otro defecto refractivo.

El síntoma principal es la visión borrosa tanto de lejos como de cerca pero también puede producir otros síntomas como cefaleas, fatiga visual, ojo rojo o mala visión nocturna.

¿Cómo se corrige el astigmatismo?

El astigmatismo puede corregirse mediante una prótesis (gafas o lentes de contacto) o mediante cirugía.

Si nos centramos en la cirugía podemos hacer dos grandes grupos, por un lado, la cirugía corneal, por otro lado, la cirugía intraocular.

En el grupo de la cirugía corneal incluimos las técnicas manuales, los segmentos intracorneales y las técnicas que utilizan láser para moldear la córnea.

Cuando hablamos de cirugía ocular hablamos de lentes intraoculares tóricas, estas a su vez pueden ser fáquicas, como las ICL, o pseudofáquicas en cuyo caso sustituirán al cristalino.

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council