¿Cómo utilizar las gotas oftálmicas?

Gotas oftalmicas

Las gotas oftálmicas de dilatación son utilizadas siempre para la dilatación o hacer más grandes las pupilas de los ojos. Con la aplicación de estas gotas, el oftalmólogo puede ver con todo detalle el interior de nuestro ojo, para su posterior diagnóstico y tratamiento.

¿De qué maneras actúan estas gotas?

1. Paralizan el músculo del iris, lo que hace que nuestra pupila se agrande o se contraiga , según la luz. Pero solo por un corto período de tiempo, es decir, temporalmente.

2. Estimulan el músculo del iris, lo que hace que nuestra pupila (la parte coloreada de nuestro ojo) se agrande.

3. Privan también el poder de enfocar, lo que también suele denominarse acomodación. Por tanto, después del uso de estas gotas, no podremos ver con la claridad a la que estamos acostumbrados y veremos borroso. Lo más recomendable, después de la aplicación de las gotas y salir del centro donde se haya practicado este tratamiento, es volver a casa acompañado de algún familiar o amigo, para evitar cualquier tipo de accidente o problema.

Gotas oftálmicas para el glaucoma y/u otras enfermedades de los ojos

Las gotas oftálmicas que han sido recetadas para el glaucoma suponen una importante ayuda para mantener la presión del ojo a unos niveles saludables. Además, estas gotas entran dentro de tratamientos oculares de muchos pacientes con diferentes tipos de problemas oculares.

Con la prescripción de este medicamento, debemos asegurarnos de que nuestro médico está al corriente de toda la medicación secundaria que estamos tomando. Ya se trate de cualquier tipo de vitaminas, tratamientos homeopáticos o suplementos adicionales.

También es recomendable hacer conocer a nuestro médico cualquier tipo de alergia que podamos padecer.

Lavarse las manos y cualquier otra parte del cuerpo que pueda estar en contacto con el ojo son hábitos imprescindibles antes de ponerse las gotas oftálmicas.

Otra cosa a tener en cuenta es que la punta del recipiente donde está el líquido para los ojos no esté lo suficientemente cerca como para que toque el ojo.

También tenemos que asegurarnos de que el gotero se mantenga siempre limpio y la punta de éste, no esté sucia ni entre dentro de ella cualquier cosa. Si se da el caso de que te estás poniendo más de un tipo de gota diferente. Asegúrate de esperarte por lo menos cinco minutos antes de ponerte el otro tipo de gotas. Esto hará que el segundo o tercer tipo de gota que te pongas elimine la que te has puesto antes. Si esto sucediera, la primera gota no haría en nosotros ningún tipo de efecto. Por lo que tendremos que volver a aplicarnos las gotas iniciales. Como con todos los medicamentos, asegúrate de que el recipiente con las gotas oftálmicas no esté al alcance de los más pequeños.

Algunos consejos para la correcta utilización de las gotas oftálmicas

- Lo primero que hay que hacer es inclinar la cabeza hacia atrás. Este procedimiento se puede hacer tanto sentado como tumbado o de pie. Has de asegurarte de estar en una posición cómoda. Utilizando el dedo índice, colócalo justo en la parte de abajo del párpado inferior (en la zona blanda). Tira hacia abajo, despacio y sin apretar, hasta que se cree un bolsillo.

- Coloca el gotero encima de tu ojo y aprieta delicadamente hasta que caigan las gotas prescritas por tu médico. Un consejo para los que tienen aprensión a que les caiga algo dentro del ojo es intentar mirar hacia arriba. Con esto, lograremos no ver el gotero, pero notaremos las gotas.

- Suelta el párpado inferior con cuidado. Cierra los ojos, pero intenta no hacerlo con mucha fuerza y no los entrecierres. Si alguna de estas dos cosas sucediera, es posible que las gotas se escurran y salgan fuera del ojo.

- Con los ojos cerrados, pon tu dedo índice en un ojo y el pulgar sobre el otro. Masajea suavemente desde el lacrimal hasta el otro extremo, con delicadeza y durante varios minutos. Con este procedimiento, ayudaremos a que las gotas no vayan a nuestro sistema, sino a que se mantengan en el ojo para que hagan su efecto.

- Para finalizar, seca con un pañuelo las gotas que hayan podido quedarse en el contorno de tus ojos. Si tienes problemas para ponerte las gotas, debido a que te tiemblan las manos; intenta, en vez de colocar el gotero justo enfrente de tu ojo, abordarlo por un lado. La mano puede descansar en el extremo de tu cara y tus manos dejarán de temblar. Si tus manos siguen temblando, puedes utilizar pesas pequeñas, de 0,5 k o incluso 1, y colocarlas en sus muñecas. Esto debería detener por completo un temblor leve.

Si el problema es que no consigues que las gotas se metan en el ojo, prueba este método: gira la cabeza hacia un lado o, directamente, recuéstate sobre uno de sus lados. Cierra los ojos. Sube el gotero hasta tu lacrimal y deposita una gota ahí. Abre los ojos lentamente y la gota pasará de tu lacrimal a tu ojo casi sin que te des cuenta. Si todavía no estás seguro de que la gota haya entrado en tu ojo, no dudes en colocar otra más. No hay de qué preocuparse, pues tu párpado solo puede retener una gota. En el momento en el que tengas dos, eliminará la sobrante él solo. Después de esto sigue los pasos anteriormente descritos para la total finalización del tratamiento.

Si tu problema es que no puedes sostener bien el frasco del gotero, puedes envolverlo en algún tipo de plástico o con papel, fuertemente, para que no sea tan pequeño en tus manos. Sin embargo, si esta tarea te resulta muy complicada, no dudes en pedir ayuda a algún familiar o amigo. Incluso en tu farmacia más cercana podrán ayudarte.

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council