Glaucoma ocular: Qué es, tipos y tratamientos

Dr Mariano Hernández Barahona

Autor: Dr. Mariano Hernández-Barahona


Las 7 claves para entender el Glaucoma

1. ¿Qué es el Glaucoma? El glaucoma es una enfermedad silenciosa que daña el nervio óptico y de no ser tratada a tiempo puede causar ceguera. El nervio óptico es como un cable con un millón de fibras que trasmiten imágenes de nuestros ojos al cerebro. El aumento de la Presión Intraocular (PIO) es la causa más frecuente que causa esta enfermedad, pero no la única.

2. ¿Cuáles son los síntomas? Inicialmente asintomático, pero en etapas avanzadas se produce una pérdida del campo visual periférico hacia el centro, por lo cual cuando el paciente lo percibe es demasiado tarde. Caso particular es el Glaucoma Agudo que cursa con:

• Visión de halos

• Ojo rojo, dolor ocular y de cabeza

• Disminución de la visión o nublada

3. ¿Cuántos tipos de Glaucoma existen? Los más comunes son el Primario de Ángulo Abierto y el Glaucoma de Ángulo cerrado. Al hablar de ángulo nos referimos a la parte del ojo por donde sale el humor acuoso (líquido que se encuentra en el interior del ojo). El ojo produce constantemente humor acuoso y el equilibrio entre lo que se produce y lo que se drena determina la Presión Intraocular (PIO).

4. ¿Quiénes se encuentran en riesgo de padecerlo? Puede afectar a todos, pero tiene mayor riesgo: personas mayores de 40 años, raza negra, herencia, miopía e hipermetropía, PIO alta, cornea delgada, traumatismo ocular, presión arterial baja, o no hacerse revisiones oftalmológicas.

5. Exámenes para detectarlo. Mediante evaluación por médico Oftalmólogo que realizará exámenes tales como Tonometría, Oftalmoscopía, Gonioscopía, Paquimetría y la Perimetría (examen del campo visual) siendo el único profesional cualificado para detectar la enfermedad.

6. ¿Cuáles son los tratamientos existentes? Generalmente colirios, a veces se utiliza tratamiento laser y generalmente se recurre a la cirugía cuando no se controla la PIO con los anteriores tratamientos.

7. Recuerde siempre que:

• El Glaucoma es una enfermedad crónica, y en sus etapas iniciales no presenta síntomas.

• Si el Glaucoma se detecta a tiempo disminuye el riesgo de Ceguera.

• Sólo las consultas periódicas con el médico Oftalmólogo permiten detectar el Glaucoma en etapas iniciales.

“Los más importante es PREVENIR, CONSULTE A SU MÉDICO OFTALMÓLOGO”

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council