Las Lentes ICL: la corrección visual que marca la diferencia

Ignacio Almorín

Las Lentes ICL: la corrección visual que marca la diferencia

Autor: Dr. Ignacio Almorín

¿Qué son las Lentes ICL?

Son unas lentes intraoculares implantables que corrigen las altas y bajas graduaciones de los problemas visuales más comunes como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. Un procedimiento que se les ha capacitado como alta tecnología para mejorar los resultados y la seguridad a largo plazo de aquellos pacientes que deciden operarse para liberarse de las gafas o las lentillas.

¿Por qué son biocompatibles con el ojo?

Las Lentes ICL son biocompatibles gracias, fundamentalmente, a que están hechas de un material con el que se tienen más de 20 años de experiencia llamado colámero, que se compone parcialmente de colágeno. Esto hace que la lente sea bien tolerada una vez implantada dentro del ojo, ya que, gracias a este material, la lente está en armonía con el propio ojo y no induce reacción a un cuerpo extraño.

¿Por qué escoger ICL sobre gafas/lentillas?

Lo primero, por el bienestar que produce no depender de una prótesis para poder hacer vida normal. Muchos pacientes cuentan que donde primero lo notan es al momento de despertarse y “poder ver el despertador sin tener que buscar las gafas”. Y después, la libertad visual que se siente al poder disfrutar plenamente de todas las actividades cotidianas sin estar pendiente de qué haces con las gafas o las lentillas; salir a hacer deporte, bañarte en la playa, irte de acampada…

Además, desde un punto de vista más técnico, las ICL ofrecen mejor calidad visual que las gafas, sobre todo a los pacientes que tienen graduaciones altas. Y respecto a las lentes de contacto, la principal ventaja de las ICL es que el ojo no está expuesto a la sequedad que producen las lentillas ni al riesgo acumulado de infección que se produce con su uso durante años.

¿Qué ventajas aporta corregir la visión con las Lentes ICL en comparación con LASIK? "Existiendo la operación con láser para corregir cualquier problema de visión, me parece que poca gente va a implantarse un cuerpo extraño en el ojo”

Las Lentes ICL tienen la ventaja de no modificar la córnea de manera significativa: no eliminan tejido corneal, no inducen menos aberraciones ópticas, no alteran su curvatura ni seccionan las terminaciones nerviosas de la córnea, lo que disminuye la probabilidad de sequedad y mantiene su estructura original. Además, en graduaciones elevadas, la calidad óptica con las Lentes ICL es algo mejor que con LASIK.

Por otro lado, las Lentes ICL son removibles, por lo que en caso de algún cambio importante que padezca el paciente en un fututo se pueden retirar o reemplazar, una opción que no ofrecela cirugía láser LASIK.

¿Cuáles son los beneficios de las Lentes ICL? ¿Y los posibles riesgos?

Los beneficios se podrían resumir, además de los que ya hemos hablado, en que las Lentes ICL son unos implantes removibles que no van a producir reacción a largo plazo una vez implantados, permiten corregir los 3 tipos de problemas visuales más comunes, incluso en altas graduaciones, con una muy buena calidad óptica y una alta seguridad del procedimiento. Además, las Lentes ICL gracias a su material no provocan síndrome de ojo seco en el paciente y protegen contra los rayos UV.

Los principales riesgos están relacionados con posibles complicaciones durante la cirugía, principalmente daño en las estructuras vecinas, o en el seguimiento, infecciones o alteraciones en la posición de la lente, y pueden conducir a alteraciones visuales, como visión borrosa o halos por las noches, o incluso pérdida de visión. Estos riesgos son comunes a cualquier otra cirugía intraocular con implante de lente como, por ejemplo, la cirugía de cataratas, considerada como una cirugía muy segura, pero con una frecuencia muchísimo menor y un tratamiento y pronóstico mucho más favorables en el caso de la cirugía con ICL.

Afortunadamente, todos estos riesgos son muy poco frecuentes y casi anecdóticos gracias a los procedimientos preoperatorios que nos sirven para calcular la lente idónea en cada caso y la utilización de fármacos y técnicas con amplia experiencia, eficacia y seguridad, pero es bueno conocerlos antes de someternos a cualquier intervención.


Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council