Las Lentes ICL mejoran la visión y la vida de las personas

Angel Lopez Castro 2

Las Lentes ICL mejoran la visión y la vida de las personas

Autor: Dr. López Castro

El primer comentario que suelen hacer los pacientes tras corregir su visión con las Lentes ICL es la excelente visión que han conseguido desde el primer momento y muchas veces afirman que, sabiendo ahora lo breve e indolora que es la operación y lo rápida que es la recuperación en el postoperatorio, lo hubiesen realizado mucho antes.

Hay anécdotas que son muy habituales en pacientes con Lentes ICL como, por ejemplo, buscar las gafas nada más despertarse o pensar que tienen que quitarse sus lentes de contacto.

Asimismo, hoy en día, con el uso de las mascarillas, recalcan el alivio de no tener que elegir entre ver borroso sin gafas o a través de las lentes empañadas de sus gafas.

Un comentario muy gracioso fue cuando un paciente comentó en la primera revisión “la alegría de poder verse los pies en la ducha”.

Las Lentes ICL les permite realizar actividades que antes no podían, como todas las que se realizan al aire libre, pero sobre todo las acuáticas debido a su incompatibilidad con gafas o lentes de contacto (ir a la playa, a la piscina, realizar buceo…). Así como todo tipo de deportes, incluso los de contacto, alto riesgo o alto rendimiento. También es ideal cuando se necesita una alta calidad visual o actividades donde se necesita buena visión nocturna. Por todas estas ventajas, la Lente ICL es una solución idónea para la corrección de la miopía, hipermetropía y astigmatismo con gran seguridad.

El índice de satisfacción de los pacientes con Lentes ICL es muy alto ya que habitualmente consiguen su principal objetivo, que es conseguir una buena visión sin necesidad de tener que depender de sus gafas o lentes de contacto.

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council