Lentes Intraoculares

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Autor: Dr. Ernesto Alonso Juárez


Lentes Intraoculares

Las lentes intraoculares son unas lentillas que están fabricadas de diversos materiales y que introducimos en el interior del ojo para sustituir el cristalino en la cirugía de catarata, o bien para eliminar defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo.

Existen lentes intraoculares que se introducen por delante del cristalino, sin sustituirlo. Son las denominadas lentes fáquicas, y pueden ir colocadas por delante del iris o por detrás del mismo. Estas lentes, ya sean ICL, o lentes de apoyo iridiano, se utilizan para eliminar defectos de refracción como miopía, hipermetropía, o astigmatismo. Es decir son lentes intraoculares que se utilizan para eliminar la necesidad de llevar gafas o lentes de contacto.

Pero cuando los oftalmólogos hablamos de lentes intraoculares, normalmente nos referimos a aquellas lentes que sustituyen el cristalino. Es decir lentes pseudofáquicas.

Cuando intervenimos a un paciente con cataratas, absorbemos el contenido del cristalino opaco, manteniendo la cápsula o “piel” de dicho cristalino. La bolsa resultante servirá de “saco” en el cual introduciremos la lente intraocular, que por supuesto es transparente y a veces con filtros diversos. De este modo sustituimos un cristalino opaco por uno artificial transparente. Por otra parte, intentaremos corregir el defecto refractivo del paciente calculando la potencia adecuada de la lente intraocular para que el paciente no tenga que llevar corrección óptica.

Las lentes intraoculares pueden ser monofocales o multifocales y a su vez pueden ser esféricas o tóricas. Las lentes monofocales nos permiten ver a una distancia fija sin gafas, normalmente en visión lejana, pero necesitaremos una gafa para lectura u ordenador.

Las lentes intraoculares multifocales, de las que hay variedad de tipos y sistemas, nos permiten ver a distancia lejana, intermedia y cercana, y eliminan la necesidad de llevar gafas.

Si el paciente no tiene astigmatismo o éste es leve utilizamos lentes esféricas. Pero si el astigmatismo es mayor de una dioptría, utilizamos lentes tóricas que permitirán eliminar dicho astigmatismo.

Como podemos ver, el beneficio que nos producen las lentes intraoculares es inmenso ya que no solo nos permiten volver a ver bien cuando tenemos cataratas sino también eliminar la necesidad de gafas aprovechando esta cirugía. Pero no es necesario tener una catarata, ya que a partir de los 50 años el cristalino no tiene ya la función de enfoque y podemos prescindir de él y eliminar la necesidad de gafas aunque no tengamos catarata.

Dr. Ernesto Alonso Juárez

Clínica INSADOF

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council