OCT macular, ¿cuándo hacer la prueba?

Oct macular

La tomografía de coherencia óptica (OCT) macular ha supuesto uno de los mayores avances en las técnicas diagnósticas en la subespecialidad de retina y en la oftalmología en general. La OCT permite el estudio del área central y de máxima visión de la retina, la mácula, con un detalle prácticamente histológico, pudiendo identificar varias de sus capas y, actualmente, con una muy elevada resolución, y de forma no invasiva. Además, podemos cuantificar el grosor de la retina e identificar las relaciones del gel vítreo con la retina, esto es valorar la interfase vítreo-retiniana. Entre los últimos avances en la OCT macular destacan la determinación del espesor y la caracterización estructural de la coroides a nivel de la mácula, y la posibilidad de realizar la angio-OCT que nos permite analizar los vasos sanguíneos retinianos sin necesidad de contraste intravenoso a diferencia de la angiografía convencional. Todo ello nos permite diagnosticar alteraciones en el área macular de forma precoz respecto a otras técnicas diagnósticas, y hacer un seguimiento de las mismas, pudiendo valorar de forma objetiva la evolución de dichas patologías y las respuestas a los tratamientos e intervenciones aplicadas.

¿Cuándo debemos realizar una OCT macular?

Como norma general está claro que deberíamos realizar una OCT macular en todos aquellos casos en los que, ya sea por sospecha clínica o por identificación en la exploración de fondo de ojo, objetivamos una lesión en el área macular, puesto que la OCT permitirá una mayor caracterización de la misma.

Más específicamente deberíamos tener sobre todo en cuenta los siguientes casos:

  • El edema macula diabético es la primera causa de pérdida de agudeza visual en el paciente diabético, y la OCT macular permite un diagnóstico precoz y cuantificación del mismo, por lo que en pacientes afectos de retinopatía diabética con disminución de agudeza visual es una prueba imprescindible. Asimismo, debe realizarse para monitorizar las respuestas del edema macular al tratamiento médico o quirúrgico.

  • La OCT macular es una herramienta diagnóstica indispensable en el estudio de los pacientes afectos de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), ya que nos permite identificar formas húmedas de DMAE y monitorizar la respuesta al tratamiento con inyecciones intravítreas de antiangiogénicos. Aconsejamos por tanto la realización de la OCT macular en aquellos pacientes afectos de DMAE, aunque en algunos casos deberá complementarse con la angiografía fluoresceínica.

  • En la miopía magna a veces resulta muy difícil la valoración del área macular debido a los cambios estructurales que provoca en la retina, por lo que se aconseja el uso de la OCT macular por ser la técnica más sensible en detectar las alteraciones maculares que se producen en estos pacientes (membranas epiretinianas, agujeros maculares, membranas neovasculares,etc).

  • La coriorretinopatía serosa central es una enfermedad que afecta a pacientes jóvenes de entre 20 a 40 años de edad habitualmente, y que se caracteriza por ocasionar un desprendimiento exudativo de la retina neurosensorial en el área macular, lo que provoca una disminución de la agudeza visual. El diagnóstico se realiza mediante exploración de fondo de ojo, aunque en las fases iniciales puede ser muy difícil su detección, por lo que la realización de la OCT macular es de capital importancia en aquellos casos que sospechemos de esta patología. Además, la OCT macular nos permite el seguimiento de estos pacientes, pudiendo cuantificar la evolución del desprendimiento seroso de retina.

  • Las uveítis es una inflamación de la úvea (formada por el iris, cuerpo ciliar y coroides) causada por enfermedades tanto sistémicas como locales, traumatismos,… aunque en muchas ocasiones la etiología es desconocida, y según la parte de la úvea que afecte se puede clasificar en uveítis anterior (localizada en segmento anterior), uveítis intermedia (en cuerpo vítreo), uveítis posterior (en segmento posterior) o panuveitis (tanto segmento anterior como posterior). Una de las principales causas de disminución de agudeza visual en estos pacientes es el edema macular, para cuyo diagnóstico, evolución y monitorización del tratamiento la OCT macular es hoy en día imprescindible.

  • Las trombosis venosas de retina son obstrucciones que se producen en las venas de la retina por la formación de coágulos o trombos en ellas, lo que impide el correcto funcionamiento del sistema vascular retiniano. Todo ello conlleva a una pérdida de agudeza visual, que puede ser muy severa si afecta la vena central de la retina, y alteraciones en el campo visual según el territorio afecto. Si se altera la función del retorno venoso en el área macular puede complicarse con la aparición de un edema macular. Para el diagnóstico, seguimiento y monitorización del tratamiento de esta complicación la OCT macular es una exploración indispensable.

  • La OCT macular es una exploración esencial para el estudio de la interfase vitreoretiniana y de sus posibles alteraciones patológicas, como por ejemplo las membranas epiretinianas, los agujeros maculares o el síndrome de tracción vitreomacular. No tan sólo nos permite el diagnóstico de las mismas sino también de las relaciones con el área macular y la integridad del perfil foveal, que es indispensable para la valoración quirúrgica de estos casos.

En definitiva, la OCT macular es actualmente una prueba indispensable para el estudio del área macular, tanto para el diagnóstico de las enfermedades que la afectan, como de su evolución y monitorización de su tratamiento.

Guifré Álvarez París


Dr. Guifré Álvarez París

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

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*American Refractive Surgery Council