Ojo vago o ambliopia

8 santiago cerpa manito

Autor: Dr. Santiago Cerpa


La AMBLIOPÍA, también conocida como OJO VAGO, es la condición por la cual existe una disminución de la agudeza visual en un ojo sin que exista causa orgánica o patológica que lo justifique. Es generalmente unilateral aunque a veces se presenta en ambos ojos, y según las distintas publicaciones se estima que su prevalencia puede alcanzar el 4% de la población. Es importante subrayar que esta situación no sólo afecta al ojo vago, sino también a la visión binocular; es decir, la actividad en el ojo dominante o “sano” reduce cada vez más la funcionalidad del ojo vago contralateral, y además cabe destacar que esta dominancia se mantiene aún después de un tratamiento prolongado.

El ojo vago es la causa más frecuente de baja agudeza visual en niños y jóvenes. Por ello, y dado que su manejo y tratamiento suele ser eficaz si se comienza en la primera infancia, debemos ofrecer las medidas asistenciales suficientes para poder realizar un diagnóstico precoz. La base del tratamiento es “sencilla y económica” y está basada en las oclusiones (generalmente útiles hasta la edad de 10 años). Recordar siempre:

-NUNCA es pronto para llevar al niño a una revisión oftalmológica

-NUNCA se recuperará la visión si no se trata a tiempo

-NINGÚN niño debería crecer con ambliopía

Si los progenitores tienen ojo vago o ametropías (hipermetropía, astigmatismo o miopía) altas, el riesgo de desarrollar ojo vago en los hijos es mayor. Es fundamental implicar a los padres, familiares y profesores en las escuelas, en el correcto seguimiento del tratamiento; que puede constar de las siguientes medidas, aisladas o, en ocasiones, asociadas unas con otras:

-Oclusiones: su principio se basa en tapar el ojo sano con parches para así mejorar la visión del ojo contralateral y vago. Las oclusiones pueden ser permanentes (24 horas), intermitentes o parciales (oclusiones horarias); simétricas (por ejemplo, tapar un ojo cada día) o asimétricas (ejemplo: tapar 4 días el ojo dominante y 1 día el ojo contrario). Al igualar las visiones de ambos ojos, podemos proceder con la llamada “oclusión de mantenimiento”, realizada con filtros sobre los cristales o bien con penalizaciones.

-Penalizaciones: puede ser óptica (adicionar dioptrías en el cristal del ojo director para conseguir que se produzca fijación con el ojo vago), o farmacológica (con gotas para crear un cierto desenfoque en el ojo “sano”, generalmente con gotas de atropina). Las penalizaciones en general se suelen aplicar como terapia de mantenimiento tras una terapia de “choque” con oclusiones.

-Colirio de atropina como primera indicación (sin oclusión previa).

-Tratamiento sistémico con fármacos: por ejemplo; carbidopa-levodopa (Sinemet); también como complemento a las oclusiones.

-Ortóptica: es la especialidad encaminada a la rehabilitación de determinadas alteraciones, como pueden ser el ojo vago o el estrabismo. Está basada en ejercicios de entrenamiento de la visión para poder alcanzar su máximo potencial.

-Terapia visual: ejercicios y “juegos” que resultan eficaces como tratamiento de trastornos acomodativos, alteraciones de la motilidad ocular e incluso ambliopías.

-Gafas electrónicas: fabricadas en cristal líquido (LCD), combinan la corrección óptica y la oclusión, mediante una batería que programa la lente que debe ocluirse en uno de los ojos durante intervalos de tiempo. Especialmente útiles en verano y en niños reacios al uso de gafas o parches.

-Lente de contacto en el ojo vago: en casos de anisometropía (diferencia dióptrica entre ambos ojos) importante o severa.

-Cirugía refractiva: hay casos publicados con láser excímer y con implante de lentes fáquicas, como las ICL, con buenos resultados en cuanto a corrección de ojos con anisometropías elevadas.

Resumen bibliografía consultada:

-Atropina vs patching for the treatment of moderate amblyopia in children. B.J.Kushner. Arch Ophthalmol. 120 (3). 268-278.2002.

.Effect of levodopa and carbidopa in human amblyopia. P.K.Pandy et al. J. Pediatr Ophthalmol Strabismus. 39 (2). 81-89.2002

-Intensive occlusion therapy for amblyopia. Br J Ophthalmol. 85(3). 310-313.2001

-Photorefractive keratectomy in children. W.F Astleet al. J. Cataract Refract Surg. 28(6).932-941.2002

-Phakic Intraocular Lens to Correct High Myopic Amblyopia in Children. Lesueur LC, Arne JL. J.Refract Surg 2002 Sept-Oct; 18(5):519-23

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council