Principales Diferencias de Las Lentes ICL con La Cirugía Láser

Alvaro Fidalgo 1

PRINCIPALES DIFERENCIAS DE LAS LENTES ICL CON LA CIRUGÍA LÁSER

Autor: Dr. Álvaro Fidalgo, Clínica El Brillante Oftalmología

Aunque la finalidad es la misma, la corrección de los defectos refractivos más habituales como la miopía, astigmatismo o hipermetropía, las diferencias entre ambos procesos son radicales. Mientras que en las técnicas láser como puede ser el Lasik se corrigen los defectos refractivos mediante un tallado de la córnea con láser, con las ICL se corrigen mediante la implantación de manera sencilla unas lentes de Colámero por delante del cristalino.

La cirugía refractiva láser ha evolucionado de manera destacable a lo largo de los últimos 30 años. Al mismo tiempo, las lentes fáquicas implantables de colámero ICL han mejorado de manera increíble en este tiempo, marcando grandes diferencias con las técnicas de corrección mediante el uso del láser.

Las lentes ICL están indicadas para todos los pacientes, incluso para aquellos pacientes cuya estructura corneal, ya sea por su grosor o curvatura, no permite la utilización del láser. Así mismo es la mejor opción para pacientes con altas dioptrías, pero la implantación de lentes ICL no es sólo una última opción en estos casos, si no que presenta otras ventajas que permiten plantearse esta técnica como una primera opción en muchas ocasiones.

Por ejemplo, al no realizarse prácticamente modificación en la estructura corneal, no presenta un efecto secundario frecuente en las técnicas láser como es el síndrome del ojo seco.

Otras de las ventajas son la reversibilidad de este proceso frente a las técnicas láser. Estas lentes se pueden retirar en años posteriores si fuera necesario, bien por un cambio en la graduación del paciente o por adaptación a nuevas tecnologías futuras, volviendo el ojo a la misma situación previa a la implantación de las lentes.

Por último, estas lentes de colámero proporcionan protección frente a los rayos UV y han arrojado unos resultados extraordinarios en ensayos clínicos de visión nocturna.

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council