Lagrimal obstruido: Causas y tratamiento

Lagrimal obstruido

Las lágrimas son las encargadas de limpiar y mantener la superficie del ojo húmeda. Se forman en las glándulas lagrimales (ubicadas encima del párpado) y luego se vierten al saco lagrimal a través del punto lagrimal, una abertura que se encuentra en el borde palpebral externo y nasal del ojo. De ahí circulan por el tubo o conducto lagrimal hasta la nariz y la garganta. En el post de hoy te vamos a explicar qué ocurre cuando la función de las lágrimas no puede realizarse de forma correcta y cómo solucionarlo.

La obstrucción del lagrimal se produce cuando se tapona el conducto por donde se eliminan las lágrimas. Cuando esto ocurre, las lágrimas se almacenan por su imposibilidad de salir y se infectan. Cuando se acumulan a presión puede provocar una dacriocistitis aguda o infección del saco lagrimal, del que ya te hablamos anteriormente en otro post de nuestro blog.

Algunas personas que sufren de alergia o que han padecido una conjuntivitis viral aguda pueden presentar obstrucción en algunos puntos lagrimales, como en unos conductos finos que transportan las lágrimas al saco lagrimal. Al taponarse puede producir llorera constante, pero sin infectarse.

Principales síntomas

Si presentas algunos de los síntomas que te vamos a describir en este punto es muy importante realizar una visita al doctor, el cual te hará un examen físico para diagnosticar el canal obstruido.

  • El principal síntoma es la caída de lágrimas. La lágrima resbala de forma constante por la mejilla, ya que no se puede drenar hacia la nariz, y provoca una pérdida de la calidad de la visión. Ocurre de forma mucho más desmesurada con el frío y el viento.

  • Las personas con el lagrimal obstruido por la mañana se suelen levantar con secreciones en los ojos y tienen más posibilidades de desarrollar una conjuntivitis. Además, debido a las secreciones es muy común levantarse con los párpados pegados.

  • Presentar pus a causa de la infección.

  • Sentir las pestañas muy húmedas y exceso de lágrimas en los ojos.

  • Enrojecimiento e irritación en los ojos por la infección.

  • Inflamación y color rojizo del párpado inferior.

  • Legañas de gran tamaño.

¿Por qué se produce la obstrucción lagrimal?

Normalmente la zona que tiene más sensibilidad a obstruirse es el canal lacrimonasal, que es el conducto por el que van las lágrimas antes de llegar a la nariz.

Es una afección que se da mucho en bebés, 1 de cada 25 nace con los lagrimales obstruidos. Suele ocurrir porque el conducto lagrimal no se abre antes de que nazca el bebé. Es debido a su inmadurez del sistema nasolagrimal. Lo normal en bebes es que esta afección se cure antes del año y no suele presentar problemas importantes a no ser que se produzcan las infecciones de forma repetida.

¿Qué ocurre en el caso de los adultos?

A continuación, te explicamos algunas de las causas que pueden provocar esta obstrucción en las personas adultas, aunque si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones la causa no es conocida:

  • Cuando una persona ha tenido un traumatismo fuerte en la nariz o en la cara y ha sufrido una ruptura en el canal de circulación de las lágrimas.

  • Después de una conjuntivitis severa

  • Infección del conducto lagrimo-nasal

  • Por artrosis puede suceder que el conducto o los huesecillos de los lacrimales se hayan atrofiado

  • Desviaciones del tabique nasal

  • Rinitis

  • Pólipos nasales

Tratamientos médicos

Como siempre, lo primero es acudir a tu médico para que valore el grado de la enfermedad y te recomiende el mejor tratamiento a seguir. Existen varias opciones que ahora pasamos a explicar:

  • Masajes: frotar con cuidado el saco lagrimal para ayudar a abrir el conducto. Hacerlo de 4 a 6 veces al día siguiendo las instrucciones del doctor. Se puede aplicar una compresa caliente para ayudar al drenaje, oprimiendo la compresa contra la parte del conducto de 3 a 5 minutos al día.

  • Limpieza de las secreciones de forma diaria. Hay que hacerlo con las manos muy limpias. También es recomendable tener las uñas cortas para evitar posibles arañazos y hacerlo siempre con gasas estériles, cambiándolas por unas nuevas cada vez que toquemos uno de los ojos.

  • Antibióticos en gotas o ungüentos. Los antibióticos ayudarán a combatir la infección evitando el crecimiento bacteriano.

  • Cirugía: si pasados varios meses y probando con los métodos anteriores no se cura, es posible que se recurra a la cirugía, la cual os contamos con más detalle en el siguiente punto.

Cirugía para curar la obstrucción lagrimal

En el caso de que ninguno de los métodos anteriores funcione existen varias opciones de cirugía, todas ellas ambulatorias, es decir que podrás dejar la clínica en el mismo día.

A continuación, te explicamos los tres procedimientos más comunes:

Sondeo e irrigación

Se utiliza un instrumento para dilatar las aberturas lagrimales y se introduce una sonda desde los puntos lagrimales hasta el sistema de drenaje lagrimal y desde ahí se elimina. Posteriormente se limpia el drenaje lagrimal con una solución salina para evitar alguna obstrucción residual. Es un tratamiento poco invasivo donde se utiliza anestesia general y dura aproximadamente media hora. Es la operación más común.

Inserción de un tubo de silicona

En el tratamiento de entubación se conseguirá abrir los bloqueos y hacer más anchos los pasos lagrimales. Para eso se usan unos pequeños tubos que se insertan a través de los puntos lagrimales del ojo, que como ya te hemos explicado pasan por el sistema lagrimal y salen por la nariz. El tubo tiene que tener drenaje constantemente. Pasados unos 3 o 4 meses se remueven los tubos.

Dacriocistorrinostomía

Esta técnica es una variante nueva de drenaje de lágrimas a través de la nariz. Se suele hacer a través de una pequeña incisión en la zona lateral de la nariz. Consiste en realizarle al lagrimal una nueva apertura, así se conseguirán drenar las lágrimas hacia la nariz.

Y hasta aquí nuestro post sobre el lagrimal obstruido. Sigue leyendo nuestros artículos semanales para conocer todos los detalles sobre las enfermedades de la vista y su curación. Encuentra en nuestro buscador tu clínica más cercana y ponte en manos de los mejores doctores.

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

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*American Refractive Surgery Council