¿Qué resultados puedo esperar después de la cirugía con ICL?

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La ICL (intraocular collamer lens) es una lente fáquica, es decir, conserva el cristalino, nuestra lente natural que va situada en el centro del sistema óptico. La ICL va implantada detrás del iris, la zona de color del ojo, y por delante del cristalino, permaneciendo por lo tanto totalmente invisible a cualquier observador externo.

La ICL corrige prácticamente todos los defectos refractivos al igual que lo hace una lente de contacto, pero en este caso desde el interior del ojo. Al situarse muy cerca del centro óptico de nuestro sistema ocular, en el caso de los defectos miópicos produce una magnificación de la imagen respecto a la corrección en gafas, por lo que no es infrecuente que los pacientes implantados con ICL refieran ver mejor que antes de operarse.



El cálculo refractivo de la ICL está basado en la graduación que realiza el oftalmólogo previamente, por lo que la corrección del defecto suele ser muy precisa. El colámero, material del que está fabricado la ICL, tiene unas elevadas cualidades ópticas y de biocompatibilidad, lo que garantiza una corrección óptica duradera y de gran calidad. Además, el hecho de preservar la córnea intacta posibilita que no se induzcan nuevas aberraciones ópticas al sistema ocular. Este hecho de preservar la córnea es importante también para el futuro, posibilitando por una parte una pequeña corrección óptica con laser excimer (bioptic) en caso de aumento de la refracción, y por otra manteniendo las cualidades de la córnea ante la llegada de la vista cansada (presbicia). Por último, otro punto más a considerar es la no inducción de sequedad ocular.

Es poco frecuente tener que extraer una ICL una vez implantada, pero al ser un procedimiento reversible, permite su extracción recuperándose el estado ocular previo. En el futuro, cuando las cataratas lleguen con la edad, es decir, cuando el cristalino deje de ser transparente, la reversibilidad del procedimiento permite también que la ICL sea extraída y en el mismo acto quirúrgico ser recambiada por una lente pseudofáquica, corrigiendo en ese momento otra vez el defecto refractivo con este otro tipo de lentes.

La incorporación a la vida laboral y social es generalmente muy rápida, en los siguientes días a la intervención. Es muy habitual que los pacientes implantados con una ICL noten algún halo o destello con las luces, que en la mayoría de los casos van cediendo en las primeras semanas. Es recomendable por otra parte el no realizar esfuerzos físicos importantes o deportivos durante el primer mes hasta que las pequeñas incisiones necesarias para la implantación se consideren completamente cicatrizadas. Luego no son necesarias ningunas restricciones especiales.

Por lo tanto, en rangos generales, podemos esperar una corrección muy precisa y de alta calidad del defecto refractivo. Por supuesto, personalizar cada caso es tarea del cirujano, que se encargará de particularizar y discutir los detalles con cada paciente, ya que al igual que las personas, no existen dos ojos iguales.

Félix González López


Dr. Félix González López

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council