Tensión ocular, ¿cómo mantener valores óptimos? (Dra. Raquel Medina Fenollar)

Tensión ocular

La tensión ocular es la medida de la presión dentro del ojo, también se llama presión intraocular.

Si la es alta se daña el nervio óptico, el daño del nervio óptico produce una enfermedad que se llama glaucoma.

Los pacientes con glaucoma pierden campo visual, pierden visión, es una enfermedad grave.

Debes acudir a la consulta de tu médico oftalmólogo una vez al año.

Los pacientes que tienen la tensión ocular alta o una sospecha de glaucoma deben ir cada seis meses.

¿Cómo se detecta?

La presión ocular se puede medir por varios métodos, uno de ellos es por un soplido de aire.

El método más fiable para tomarla es mediante el tonómetro de Perkins, consiste en poner unas gotas de anestésico en tus ojos, el oftalmólogo acercará un instrumento llamado tonómetro y puedes notar un poco de presión.

La tensión ocular normal debe estar entre 10 y 21 milímetros de mercurio.

La presión ocular alta no produce síntomas, no se nota nada.

Tu médico oftalmólogo es el que tiene que decir si la tensión ocular que tienes es la adecuada.

Algunos pacientes pueden tener glaucoma con la presión ocular dentro de los límites que se consideran normales, por eso tomarla solamente no es suficiente, debe ir acompañada de un completo examen en el que se realizarán pruebas como un campo visual o una OCT del nervio óptico (Tomografía Óptica de Coherencia).

La OCT se ha convertido en una prueba indispensable en el estudio del nervio óptico.

Tratamiento

El tratamiento de la tensión ocular alta se hace con medicamentos en forma de gotas (colirios), láser o cirugía dependiendo de lo que cada paciente necesite.

Diagnóstico precoz

Podrías tener la tensión ocular alta y no saberlo, por eso debes acudir a revisión a médico oftalmólogo al menos una vez al año.

Los hermanos y los hijos de un paciente con la tensión ocular alta deben estar especialmente concienciados de la importancia de las revisiones periódicas.

Raquel Medina

Dra. Raquel Medina Fenollar

Información sobre seguridad

Las ICL se han diseñado para la corrección/reducción de la miopía en adultos de entre 21 y 60 años con una graduación de entre −0,5 D y −20,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D, y para la corrección/reducción de la hipermetropía en adultos de entre 21 y 45 años con una graduación de entre +0,5 y +16,0 D con o sin astigmatismo de hasta 6,0 D. Para asegurarse de que el cirujano use las ICL que mejor se adapten a su ojo, antes de la intervención refractiva, la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo deberán llevar al menos un año estables. Las ICL mejoran la vista, por lo que no tendrá que usar gafas ni lentes de contacto. No obstante, las ICL no eliminan la necesidad de usar gafas para leer, incluso si no las ha usado antes. Las ICL implican el uso de una intervención refractiva alternativa, como la queratomileusis in situ asistida con láser (LASIK), la queratectomía fotorrefractiva (PRK) y las intervenciones de incisión, o de otros medios de corrección refractiva, como las gafas y las lentes de contacto. La implantación de las ICL se considera intervención quirúrgica y, como tal, implica riesgos posiblemente graves. A continuación, se indican las posibles complicaciones y reacciones adversas asociadas con la cirugía refractiva en general: intervenciones adicionales, desarrollo de cataratas, pérdida de la vista corregida, aumento de la presión intraocular, pérdida de células en la superficie interior de la córnea, conjuntivitis, inflamación aguda de la córnea, inflamación persistente de la córnea, endoftalmitis (infección ocular total), deslumbramientos y/o halos alrededor de las luces, hifema (presencia de sangre en el ojo), hipopión (presencia de pus en el ojo), infección ocular, desplazamiento de la ICL, edema macular, pupila no reactiva, glaucoma de bloqueo pupilar, inflamación ocular grave, iritis, uveítis, pérdida del humor vítreo y trasplante de córnea. Antes de contemplar la posibilidad de usar las ICL, debe someterse a una revisión oftamológica completa y hablar con su oftalmólogo sobre la implantación de ICL, especialmente por lo que respecta a los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Deben hablar también sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención.

Referencias

Citas

1. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

2. Sanders D. Vukich JA. Comparison of implantable collamer lens (ICL) and laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK) for Low Myopia. Cornea. 2006 Dec; 25(10):1139-46. Patient Survey, STAAR Surgical ICL Data Registry, 2018

3. Naves, J.S. Carracedo, G. Cacho-Babillo, I. Diadenosine Nucleotid Measurements as Dry-Eye Score in Patients After LASIK and ICL Surgery. Presented at American Society of Cataract and Refractive Surgery (ASCRS) 2012.

4. Shoja, MR. Besharati, MR. Dry eye after LASIK for myopia: Incidence and risk factors. European Journal of Ophthalmology. 2007; 17(1): pp. 1-6.

5a. Lee, Jae Bum et al. Comparison of tear secretion and tear film instability after photorefractive keratectomy and laser in situ keratomileusis. Journal of Cataract & Refractive Surgery , Volume 26 , Issue 9 , 1326 - 1331.

5b. Parkhurst, G. Psolka, M. Kezirian, G. Phakic intraocular lens implantantion in United States military warfighters: A retrospective analysis of early clinical outcomes of the Visian ICL. J Refract Surg. 2011;27(7):473-481.

*American Refractive Surgery Council